domingo, 27 de abril de 2014

De Culla a la font de l'oli



Esta semana presentamos una ruta distinta. Distinta porque el objetivo de la ruta es muy huevón (un camino de 2,5 km. de ida y otros tantos de vuelta) pero con una pendiente moderadamente elevada. En estos 5 kilómetros de ruta el desnivel acumulado es de más de 300 metros. Además el equipo que hizo el camino fue muy variopinto, dos cincuentones, dos curentonas, dos adolescentes (o casi) y dos niñas (o no tanto). Un elenco de actores y actrices de lo más motivador para comenzar una aventura de senderismo.

La cosa comenzó en Culla, pueblo del Maestrat, un domingo a las 10 de la mañana. Nuestros 8 senderistas cargados con agua y el almuerzo salieron de Culla por la pista que lleva a la ermita de sant Cristòfol. A los doscientos metros de comenzar tomaron una pista a la derecha. En el cruce había una señal que indicaba claramente que es esa direcció estaba la font de l'oli.

Incialmente la ruta era cómoda, contando con el nivel urbanita de los componentes de la expedición. Una pista de cemento, prácticamente plana o con un ligero desnivel hacia abajo, auguraba una excursión relajada y sin contratiempos.

El paisaje era de huerta con masías, unas habitadas y otras utilizadas para tener los animales. Había caballos, una vaca con su ternero, perros, gallinas y se notaba mucha vida por aquel altiplano que circunda la villa de Culla.

Más o menos al kilómetro y medio de ruta, el camino pasa por en medio del mas dels Oms, un conjunto habitado de casas con construcciones nuevas. Allí los caminantes se encontraron con un cartel de "se vende". Era una especie de caseta pequeñita de piedra, adosada a otra medio derruida. La casa en cuestión no estaba en muy buenas condiciones por lo que se veía desde fuera, con puertas, ventanas y tejas para cambiar. Por ella pedían 10.000€. Parece que no interesó la oferta a los senderistas.

Unos pocos metros más abajo la ruta ya dejaba el cemento y comenzaba el camino de montaña. El desvío no está muy claro. Las antiguas marcas de pintura están casi borradas. Antes de llegar a la siguiente masía, a la derecha de la pista sale una especie de assagador o pista de piedras y tierra que, llegado a un collet, se transforma en camino. Este collet es el formado entre la penya del Corv y el morral del Sereno y la vista que te encuentras delante es realmente impresionante. A ambos lados, las dos moles con más de mil metros de altura. Hacia abajo, a unos 600 metros, está el riu Monlleó. Delante un poco más alla, toda una muralla de montañas, con picos de 1000 a 1300  metros (Penyarroya, Boy, Lloma de la Vall, el Picayo), en definitiva l'alt Maestrat en estado puro.

Ahora la senda descendía vertiginosamente hacía el riu Monlleó. El camino era empinado, estrecho, muy pedregoso, con escalones, con una pared de piedra a un lado y un cortado en el otro. Los urbanitas senderistas andaban poco acostumbrados a este tipo de descensos y lo que tenía que llevar 15 minutos, costó media hora. Fueron bajando poco a poco y con seguridad por el sendero que cada vez se encañonaba más dentro del barranco. La humedad iba aumentando y la fuente estaba cerca. Al fin, tras una cuidadosa travesía, el camino hizo un zig-zag y bajó rapidamente hacia la font de l'oli.

En la fuente se paró a almorzar. La fuente se llama font de l'oli por que el agua se va filtrando a través de las rocas y gota a gota (como el aceite) se va recogiendo en un pequeño pozo. Con la sequía que había no caian las gotas pero el pozo sí que tenía agua, El abrevadero y la balsa estaban secos también. 

El almuerzo duró un rato y los senderistas hablaron de seguir hacia abajo a la caseta del Sereno o volver a Culla. Por miedo a lo empinado de la vuelta se decidió volver a Culla y no seguir con el descenso. Ahora venía lo bueno. Todo lo que se baja se tiene que subir y el grupo afrontó el ascenso con extrema tranquilidad. Ésta era la única manera de no tener un motín a bordo. Dice el dicho que las carreras hay que comenzarlas como un viejo para acabarlas como un joven. En este caso la vuelta se comenzó como una pandilla de viejos para poder simplemente acabarla.

Poquito a poquito se subió hasta el collet sin un resoplido y sin que el grupo se disgregara. Una vez hecho lo más dificil, lo siguiente fue pan comido. Los sederistas descansaron unos minutos, se hicieron fotos y siguieron el camino. Con una leve subida volvieron a pasar por el mas dels Oms, volvieron a ver a la vaca y al ternero, a los caballos, los perros y las gallinas y por fin llegaron a Culla. 

Una bonita excursión familiar donde se pudo disfrutar de la naturaleza en estado puro.



2 comentarios:

  1. Excelente Post! Con vuestro permiso lo compartimos en nuestras redes sociales.
    https://www.facebook.com/Cullaturistica
    @culla_magica

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    1. Per supost que ho podeu compartir. Una salutació i felicitats pel bonic poble que teniu.

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