domingo, 22 de febrero de 2015

Oropesa - Tunel


Esta es una bonita ruta, corta, superhuevona y con grandes vistas al mar. Una variante de esta ruta ya la hizo el club Rayito hace meses. Aunque el título pone túnel, la ruta no pasapor el túnel, sino por encima.

Es un camino fácil, con algo de dificultad en algunas bajadas "resbaladizas" pero apta para toda la familia. Son 4 kilómetros ligeros para disfrutar de buenas vistas.

Esta vez hicieron la ruta Antonio, Ara, Carmen, Dolores, Flama, Kiko, María y Mercedes. El perfil de la ruta tiene una subida para sudar un poco y una bajada que hay que hacer con cuidado, el resto es prácticamente plano.



Nuestros Rayitos quedaron en la playa de la Concha un día muy ventoso, La arena de la playa se masticaba en el aire y con el viento, la previsión de buenas vistas estaba garantizada.

Los excursionistas comenzaron por la misma vía verde y, justo en el kilómetro 1, al llegar al túnel, tomaron una senda a la izquierda que se adentra por la montaña hacia el mar. A unos 200 metros, después de un pequeño repecho, el camino gira a la izquierda por una senda con barandillas de cuerda. Ojo, ese no es el camino a seguir. Los senderistas continuaron recto por una sendita que está marcada con pintura azul (lo de la pintura azul es un poco de empastre). La primer senda, la que no hay que tomar, sube al mirador de las cuestas de Oropesa, la segunda senda va a la otra boca del túnel, que es el destino de nuestros Rayitos.

Caminar por la senda que tomaron nuestros senderistas fue una pura delicia. El mar a sus pies. El viento que soplaba fuerte daba una claridad al mar buenísima. La senda es estrecha pero prácticamente llana.

Una vez alcanzaron la boca sur del túnel, los Rayitos cruzaron la via verde y comenzaron una ascención corta pero exigente que les llevó al mirador de las cuestas. A medida que la senda cogía altura las vistas eran más espectaculares. Se veían las columbretes perfectamente y esto no es muy habitual a 125 metros de altitud, que es a la altura que estaban los caminantes. El viento no dejaba de soplar.

Ya en el mirador habían dos opciones de bajada. La primera era ir a la derecha justo antes del mirador y empalmar con la senda inicial que tomaron los senderistas. La segunda opción era cruzar el mirador i dirigirse hacia el cortafuegos. Los Rayitos conocían la primera opción y, para innovar, eligieron la segunda.

La senda que desde el mirador pasa por el cortafuegos y desemboca en el puerto deportivo es un camino que, por su aspecto, está muy transitado por ciclistas. La tierra está totalmente suelta y cuando la pendiente es alta resulta complicado de bajar. Normalmente en cada excursión siempre hay alguien que resbala y su culo toca el suelo. Antes solia ser GPS, después Rayito y este día el premio se lo llevó Dolores, con dos caidas. Entre que sus zapatillas resbalaban un poco y que el camino era bastante delicado por la tierra suelta, el resultado fue que la gravedad le dió un par de sustos.

Poquito a poquito los caminantes fueron bajando hasta el puente  del puerto deportivo. Allí una senda a la derecha les llevó otra vez a la vía verde y de allí a la playa de la Concha. El tema de las cervezas estaba compicado porque no había ningún bar abierto así que los Rayitos fueron a Castellón a una terraza con sol para hacer el ritual post-ruta.

Entre cervezas se comentó la ruta. Las conclusiones fueron que las vistas son insuperables, la senda de bajada un poco delicada y quizá para otra ocasión se optara por otra senda que es un poco más segura (la opción 1 que se ha comentado antes). En cuanto a la distancia la verdad que 4 kilómetros ya saben a poco. Nuestros Rayitos necesitan más kilómetros para una excursión normal.

En definitiva, una ruta estupenda, fácil, para toda la familia. Una excursión más para la lista de rutas de los rayito.



Pincha aquí para ver la ruta

domingo, 15 de febrero de 2015

Vilafamés. La senda de les cordes


La ruta que presentamos aquí es corta pero intensa. Si bien los que participaron en esta excursión no son grandes profesionales del senderismo, tampoco son unos novatos. Para 5 kilómetros que tiene la ruta, los Rayitos invirtieron casi 3 horas en recorrerla, ¡y 3 días de agujetas!. Bromas aparte la ruta es muy bonita y muy recomendable, aunque hay que hacerla sin prisas por lo técnica que puede resultar.

Los participantes esta vez fueron Antonio, Ara, Fede (GPS), Flama, Gilbert (Rayito), Kiko (Innovador), María, Mercedes y Tomás. Hay que agradecer desde aquí a Tomás por que él fue el sherpa que guió al grupo, comentando todas las curiosidades de la ruta y haciéndo pasar un rato muy agradable a los Rayitos. Mira aquí el perfil de la ruta.



La ruta comienza en la parte alta de Vilafamés, en el camí de la serra, una pista que se adentra hacia la sierra de detrás del pueblo. Los Rayitos comenzaron desde la plaça de la font para subir hast ala parte alta i así ir calentando músculo ya antes de la ruta. El día era bueno, un poco fresco.

El camí de la serra es una pista asfaltada que va subiendo desde arriba del pueblo hasta la sierra. La subida, como cogió frios a los Rayitos, parecía que se le atragantaba a más de un@. Se oian resoplidos y algún comentario de abandono. No hubo más consecuencias. Con algunos con la lengua fuera se llegó a un mirador natural que daba a un valle (el barranc d'en Gil). Delante se alzaba el Morral, montaña objetivo de la excursión. Tomás (el guia de lujo) explicó al grupo la ruta. La cosa estaba en bajar al fondo del barranco y, hacia la derecha rodear el Morral y subirlo por detrás. Un avez arriba, se bajaría al recto un poco hacia la izquierda, donde el barranco ya no está tan encajonado. Los Rayitos miraron hacia abajo buscando algún tipo de senda, pero no la encontraron. La pared era casi vertical.

La senda que se sigue, si se le puede llamar senda es un camino abierto no hace muchos años por amigos del senderismo de Vilafamés, entre los que se encontraba evidentemente Tomás. Como el desnivel a veces es muy elevado se instalaron cuerdas para que la gente pudiera tener un poco más de seguridad en la bajada y en la subida. De ahí el nombre de "ruta de les cordes", con que hemos bautizado esta excursión.

Justo debajo del mirador se encontraron (por indicación de Tomás) con un abrigo con pinturas rupestres. Una se veía muy bien. Tomás comentó que habían más pero que se habían estropeado bastante porque en esta zona hay muchos entrenamientos de escalada y esto destroza las pinturas. ¡Una lástima!.

Bajando con mucho cuidado y ayudados de las cuerdas que estaban en los sitios más problemáticos, los senderistas llegaron al fondo del barranco. Una vez allí se llaneó un poco hasta llegar a la "roca badà". Contó Tomás que durante la Guerra Civil cayó un bomba en la zóna y partió en dos una gran roca de rodeno. la roca quedó así en dos mitades enfrentadas. Se puede pasar por enmedio y bajo ella hay un pequeño agrigo para refugiarse de los elementos.

Muy cerca de la "roca badà" hay una caseta en la que todavía se puede leer una nota a lápiz que hay en una pared al entrar. En la nota hay una fecha de 1.905. Parece mentira lo que dura la escritura a lápiz al aire libre.

Una vez los Rayitos retomaron su camino, comenzaron a pasar un poco de calor, la subida al Morral ya comenzaba y la senda se empinaba. Unos minutos de calor y ya estában arriba.

La senda ahora discurría por abrigos, y por pasos complicados, incluso en uno había puesta una "vía ferrata", una escalera de barras de acero que salían de la roca. Como en los Alpes. ¡Toda una experiencia!

Una vez arriba, Tomás les enseñó la roca del sombrero, una gran mole de piedra sostenida por un par de puntos y bajo de ella un abrigo donde se habían encontrado restos primitivos.

Andando por encima del Morral, el grupo se encontro con dos de amigos, Quique y Javi, que se estaban preparando para la carrera de Borriol de allí a unas semanas.

La bajada fué más directa. Al recto, como se suele decir, bajaron de golpe y tras cruzar un campo de almendros, dieron con el cami de la serra otra vez. De allí al pueblo fué un paseo.

Una vez en Vilafamés, como corresponde, cayeron unas cuantas cervezas y se comentó la ruta. Todos agradecieron a Tomás su labor de guia, que fue fantástica. La ruta pareció muy bonita y entretenida. Tuvo de todo, temas prehistóricos y culturales, semiescalada huevona y buen rollito. Tambiénse comentó que la ruta es bastante dificil de hacer si no vas con un guia que la conozca o con un track. En resumen, una ruta muy satisfactoria.


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