miércoles, 11 de junio de 2014

La carrera de Vall d'Alba 2014

Esta entrada la vamos dedicar a la carrera de Vall d'Alba, que este año celebra su décima edición. Una ruta que a lo largo de los años se ha convertido en un auténtico clásico entre los miembros y amigos del Club Rayito.

En el año 2014, de amigos del Club Rayito estuvieron Clemente, Dani, Fernando (Ferch), Guillermo, Kiko (el innovador), Manolo, Miquel, Oscar, Sarina y Vicent, y por supuesto todos  se lo pasaron muy bien. El día fue bueno (quizá un poco de calor) y el almuerzo fantástico, como siempre.


La distancia y el pèrfil de la carrera es perfecto para el tipo huevón de los miembros del Club. Quien quiera correr que corra, pero quien no quiera, igual llega en un tiempo prudente y le queda cerveza y "coca".


La carrera siempre suele ser a primeros de junio, en este caso fue el 7 de junio. La capacidad de convocatoria es bestial. Cerca de 1.600 atletas de dieron cita en el evento. Las razones son variadas. Por un lado esta carrera, junto a las de Borriol, Atzeneta, Benassal, la Serra, Vistabella, Catí y Villafranca, forma parte de la"Lliga Nord", una especie de circuito combinado con una clasificación única y que tiene muchos seguidores entre los carreristas. Otra razón es que, como es tan corta i "fácil" los profesionales llevan a sus hijos, parejas y amigos para que se aficionen a esto de correr por montaña. También hay otra razón, que actualmente no sabemos si sigue vigente, y es que la realización de esta carrera mejoraba la nota de los estudiantes de educación física del instituto de Vall d'Alba, con lo que muchos se apuntaban. Y por último, otra razón de peso es que el almuerzo que te dan después es de lo mejorcito de la província y la cerveza no se acaba. En definitiva, un cúmulo de condiciones que hacen de la carrera de Vall d'Alba una cita ineludible para el Club Rayito y para cualquier otro que se precie.

A las 9 de la mañana se dió la salida en un día claro y que se perfilaba caluroso. Al final, como la carrera es tan corta, no se pasó demasiado calor.

Comenzaba la competición por una carretera rural asfaltada cuesta abajo. La gente corría que se las pelaba. Aunque uno no quisiera, no había más remedio que correr para que no te arrasara la marabunta. Poco a poco la bajada perdía desnivel y comenzaba una suave subida. Aquí los más tranquis ya comenzaban a caminar. 

Sobre el kilómetro 1,7 se gira a la derecha por una senda que, ¡oh sorpresa!, la senda ya no es senda, ahora es una camino hormigonado. Es una lástima que una carrera tan popular vaya perdiendo tramos de tierra. Al final no se podrá correr en una competición de tierra a no ser que aguantes más de 20 kilómetros.

El camino hormigonado desemboca (tras un pequeño trozo de tierra) en otra carretera que sube un poco y vuelve a bajar.

En el kilómetro 4,3 comienza el auténtico desafío. Se toma una senda a la derecha y se empieza a subir. El entrenamiento en plano ha ayudado a calentar los músculos pero esto no implica que los gemelos se dejen sentir. Cada uno iba a su ritmo y todos comenzaron a sudar. 

Al final este esfuerzo sólo fue de 500 metros. La ruta vuelve a aplanarse y otra vez al asfalto. El asfalto y la pista se combinarn en plano y alrededor del kilómetro 6 está el avituallamiento.

Este año la organización no estuvo a la altura. Cuando pasaron los últimos Rayitos ya no quedaba agua, y aun faltaban 200 por pasar, que precisamente eran los que más sed tenian. Muy mal para una organización acostubrada a grandes volúmenes de personas.

Desde aquí el camino vueve a subir y se llega al punto más alto de la carrera en el kilómetro 8, donde está el segundo avituallamiento. Aquí si que daba agua, pero algún Rayito se vengó y se tomó un lata de cerveza invitado por la organización.

Por cierto, para llegar al control, se volvió a pasar por un camino recién homigonado, otra lástima.

Desde ese momento la ruta ya llega a sant Cristófol y se enfila hacia el pueblo. Ya no duele nada y todo es bonito. Los últimos 4 kilómetros son un paseo salvo el final, donde un pequeño repecho te hace recordar que la carrera es sufrir, sufrir y pasarlo bien.

Al final llegó el esperado almuerzo con mucha cerveza y muchas "cocas" de tomate, espinacas, escalibada, jamon y queso, tipo pizza, bandejas de embutido, fruta, galletas y pastas y todo lo que se le pueda ocurrir a uno. Un festival.

Los tiempos estuvieron en la línea de club, variados. Dani hizo 1:09 y Oscar le anduvo a la zaga con 1:10, Vicent y Fernando estuvieron en 1:19, Clemen en 1:22, Manolo 1:24 y el pelotón escoba con Guillero, Sarina, Kiko y Miquel que acabaron la carrera con 1:30.

En resumen, una carrera bonita, popular y con bastantes ingredientes para que dure muchos años. La lástima es que el recorrido cada vez sea más de asfalto y hormigón y un toque de atención para la organización, que deben cuidar más a los corredores populares manteniendo abastecidos los controles.




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