domingo, 23 de febrero de 2014

Subida al Bartolo

La ruta que presentamos aquí es un poco más exigente de lo que los huevones del club Rayito nos tienen acostumbrados. Son 12 Kilómetors y medio con un desnivel de 650 metros hechos para disfrutar de dos horas y media de montaña.

Esta vez los senderistas fueron Fernando (Ferch), Kiko (Innovador) y Manolo. Sólo viendo a los personajes ya se sabía como iba a ir el día. Uno preparándose para la Marató i Mitja. Otro, un ex de los deportes de velocidad, y otro un carrerista semiaveriado daban al grupo un perfil "atlético" que invitaba a pensar que la mañana sería movidita. Y un poco sí que lo fué.

Gilbert, Fede y Pedro no pudieron venir. Tenían un acto social de alto copete la noche anterior y sabían que acabarían tarde. Para matar en gusanillo, el día antes se pegaron un paseo de hora y media por el Tossal Gros. Suficiente para poder beber cerveza sin remordimientos.

Nuestro pequeño grupo de senderistas aparcó el coche en la carretera que va de Benicàssim al monasterio, al lado de la autopista, un lugar clásico para los senderistas del Desierto de las Palmas. En Benicàssim se celebraba una media maratón con lo que las previsiones eran que habría poca gente en la montaña esa mañana. Pero las previsiones fallaron. Eran las ocho y cuarto de la mañaña y por poco se quedaron sin sitio para aparcar. Consiguieron una esquinita y pudieron dejar el coche.

Se encaminaron hacia el barranco de la Comba. La pista que lleva al sendero que sube el barranco es ancha y bastante llana, con lo que nuestros caminantes aprovecharon para calentar haciendo un trote ligerito. La ruta ya era distinta a la que los Rayitos están acostubrados. Antes nadie corría en llano (ni casi bajando).

Una vez comenzó la senda de la Comba, el innovador lideró el grupo e imprimió un ritmo bastante vivo y constante. En 20 minutitos llegaron arriba todos en grupo. Ferch andaba con el estómago un poco revuelto y comenzaba a acusar el ritmo.

Al llegar a la carretera de la font tallà había unos metros de descanso llaneando. Giraron a la izquierda por la pista asfaltada y antes de llegar a la carretra del Desierto torcieron a la derecha. Allí comienza un camino que va paralelo a la carretera y que empalma con la senda que va desde el pla de Muletes al la font de sant Josep. Esta senda tiene tramos que estan en bastante mal estado y hay alguna subida que, por la pendiente, se ha perdido por el agua.

El día empezaba ser un poco caluroso (lo caluroso que puede ser una mañana de febrero) y se notaba un gran actividad en la montaña. Los insectos andaban ya revolucionados. Romero y aliaga ya comenzaban a florecer y el trabajo de recogida de polen y material floral diverso era incesante. Se oían zumbidos a diestro y siniestro. 

Ya en la senda principal había un poco de cuesta abajo con lo que nuestros tres caminantes comenzaron a trotar (como no). Al cabo de unos metros comenzaba a la derecha la vertical del Bartolo. Habia que poner la reductora y tomárselo con calma. Y eso hicieron.

Al cabo de unos minutos de ascender la vertical se oyeron conversaciones animadas un poco más adelante. Una agradable sorpresa esperaba a nuestros senderistas. La conversación era de un grupo de conocidos que iban por delante. Clemente, Gema y dos amigas. Clemen es un Rayito con cierto sentido del humor senderista. No se le ocurrió otra cosa que coger a tres novatas en esto de la montaña y, para aficionarlas, meterlas en la vertical del Bartolo, con un desnivel del 35%. Las chicas fueron educadas y no dijeron nada feo de Clemen (pero seguro que lo pensaron). Cuando los tres Rayitos pasaron al grupo de de Clemen una de las chicas ya iba con unos colores de cara preocupantes.



Para nuestos senderistas, la subida de la vertical fué sostenida y un poco desigual. El innovador abría el camino, seguido muy de cerca de Manolo, al que ya se le notaba el entrenamineto que estaba haciendo para la MIM. Manolo se sentía fuerte y se le pasó por la cabeza pasar a ser el primero del grupo pero le dió un poco de "yuyu" por si le fallaban después las fuerzas y no lo hizo. Los dos hicieron cumbre a la vez. Ferch andaba un poco más rezagado. El estómago le jugó una mala pasada y no subió en las mejores condiciones. Pero lo importante es que subió, y subió bien. Los tres descansaron un rato y esperaron a Clemen y las chicas. Aparte de las estupendas vistas que hay desde la cima del Bartolo, esta vez también subían unas muy "buenas vistas" y esto es algo no que es bueno desperciar (aunque se quede sólo en "vistas").

Mientras esperaban al grupo de novatas, los caminantes hicieron una visita a la ermita de san Miguel. Al lado de la ermita hay un panel donde se explica una curiosa historia de la cima del Bartolo. Esta montaña ha tenido su protagonismo histórico, ya que fue fundamental en la medición del meridiano terrestre y, por ende, en los trabajos para fijar la medida del metro.

Resulta que en el siglo XIX, el geógrafó frnacés Pierre Mechain se instaló en la ermita de San Miguel. Por las noches encendía hogueras que tenían que ser vistas desde Ibiza y desde el Montgó, en Denia. Estas hogueras harían posible la triangulación previa a la fijación de la actual unida métrica internacional de longitud. Mientras realizaba estos trabajos, Mechain enfermó y fué atendido en el palacio de laos barones de la Pobla. después fué trasladado a Castellón, donde murió el 20 de septiembre de 1804.

Una vez Clemen y las chicas en la cima, nuestos protagonistas volvieron a disfrutar unos momentos de las estupendas "vistas" y comenzaron el descenso. Trotaron un poco por la carretera que baja de las antenas y en seguida giraron a la izquierda por una senda, bastante "de cabras". Aunque la senda era un poco peligrosa por las piedras y a tierra suelta, no dejaron de trotar. El innovador, que era el que tenía más respeto a las bajadas peligrosas, iba delante, con lo ralentizaba el grupo y lo mantenía unido. A mitad senda había un "atajo" que por su estado se asilvestramiento solo lo utiliza el club Rayito. Se trata de un camino bastante perdido y con mucha maleza que acorta un poco la bajada al monasterio desde el Bartolo. Se optó por seguir la senda principal y no hacer la "trampita" porque el grupo quería correr y porque andaban en pantalón corto, con el consiguiente peligro de rascarse todas las piernas si elegían la opción corta.

Llegaron al monasterio y comprobaron la pasión que tiene a gente por la montaña. El parking estaba lleno y un autobús repleto de gente buscaba sitio para aparcar. No sabemos si toda esa gente iba a algún retiro espiritual, a almorzar al bar del monasterio o a hacer senderismo pero, independientemente de su objetivo, lo que sí que es cierto es que el Desierto de las Palmas está de moda.

Pasado el monasterio , nuestros senderistas tomaron un camino a la izquierda, al borde de la carretera. El camino desembocaba en una pista, cómoda para trotar. Como el día estaba trotador, todos se pusieron a ello. Hubo un momento en que Ferch y Manolo dejaron al innnovador un poco atrás y comenzaron a bajar rapidito. En un momento sacaron un buen trecho de ventaja. Esta pareja todavía baja en condiciones, no como otros "porucs".

De la pista pasaron a una senda y, sin parar de correr, llegaron al coche. Dos horas y media les llevó la ruta de 12,5 Kilómetros con exigentes subidas. Una buena marca para el club Rayito. Lo que les llevó hora y media de subir, les basto con una hora para bajarlo.

Como es natural la ruta finalzó con unas cuantas cervezas y comentando la caminata. Las sensaciones fueron buenas por parte de todos. Manolo se sintió fuerte y con ganas de seguir entrenando. Parece que la avería del innovador no le molestó demasiado y Ferch se alegró de volver poco a poco a ponerse en forma.

Esta vez Ferch sacó el track. Pincha aquí para verlo.


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