martes, 3 de diciembre de 2013

Vuelta al "tossal de la vila". La Pobla Tornesa

Ésta sí que es una ruta de auténticos huevones. Un par de horas de agradable paseo para disfrutar de la naturaleza sin demasiados esfuerzos.

La ruta comenzó tempranito. estaban a 5 o 6 grados pero el viento hacía que la sensación fuera como si estuvieran en el Polo Norte. Iban Rayito, Kiko y Fede. Nadie tenía síntomas de resaca ni de enfermedad, por lo que no se esperaban "huevones retrasados".

Aparcaron el cohe delante de una casa emblemática de la provincia. Hace años, cuando la carretera pasaba por dentro de la Pobla, en medio del pueblo había un cruce importante. Desde Castellón, a la derecha se iba a San Mateu y a la izquierza hacia Albocàsser. Pues bien, una vez tomabas el desvío a la izquierda, a mano izquierda estaba "la casa del Barça", una casa de un forofo futbolero que se ha hecho famosa a lo largo de los años, y que aun aguanta orgullosa el escudo de su club.



La ruta que nos ocupa da una vuelta alrededor del "tossal de la Vila", la montaña a cuya sombra se ha construido el pueblo. Es una ruta fàcil y con poco desnivel, ideal para principiantes.

Los senderistas comenzaron haciendo un pequeño tramo de carretera y luego tomaron una pista a a izquierda. La pista iba subiendo suavemente hacia el sur. La montaña les iba poco a poco protegiendo del viento y la sensación de frío iba disminuyendo (también a causa de la subida, por supuesto). Llegó un momento que la pista se convirtió en camino, que luego desembocó en otro pequeño tramo de pista.. El camino y la pista iban alternándose.


En la foto vemos a Rayito y Fede con sus características habituales. El uno con los eternos pantalones cortos, enseñando las piernas que normalmente sufren las inclemencias de las aliagas, "coscolls" y otras plantas punzantes gracias al innovador de rutas impracticables. El otro luce su postura típica de "muñecas de famosa", protegiendo los riñones de las subidas pronunciadas. Hay que decir que en esta ruta, las piernas del primero y los riñones del segundo estaban a salvo, ya que ni había grandes pendientes, ni caminos llenos de matojos.




Cuando los senderistas llegaron a la cara este de la montaña se encontraron con un paisaje familiar. Allí delante estaba el Morico, la Roca Blanca y Raca, viejas conocidas de nuestros amigos.

La zona por la que discurre la ruta está plagada de cuevas y simas, algunas bastante grandes. En los alrededores del camino están la cova del Calvari, la cova del Ratat, l'avenc y l'avenc de Soliva, la cova de la Paredà, la cova del Bustal, la cova de la Solsida, la cova dels Malandrins y l'avenc del Tossal de la Vila. Éste último estaba justo al lado del camino y, haciendo gala de su condición del "huevones", nuestros senderistas no consiguieron verlo. Es verdad que antes vieron una sima que no estaba marcada en el mapa.

Un tramo del camino era como una selva por la que no se podía ni pasar. Los árboles habían crecido justo para fastidiar a quien pasaba por allí. Los del club Rayito imaginaron que ese no era el sendero bueno, pero al final pasaron, encontraron una senda mejor, y siguieron con la ruta. 

Las sendas de la ruta estaban todavía bastante bien conservadas. Y digo "todavía" porque se notaban muchas marcas de de ruedas de motos que descarnaban los caminos y removían la tierra. Casi seguro que en pocos años estas sendas estarán mucho más degradadas.


Durante el camino hubieron dos o tres despistes pero se solventaron con rapidez. Los podrás ver en el track.


Nuestros héroes volvieron al pueblo por la ermita de san Joan y el cementerio. Como era de esperar, después fueron al bar de Santi a tomar unas cervecitas y comentar sus andanzas.


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